Columnista, Colaborador
La búsqueda de verdad y justicia, nunca ha sido tarea de un solo actor ni de un solo momento histórico. Es un proceso largo y complejo, sostenido en investigaciones silentes y rigurosas. En este sentido, la Policía de Investigaciones de Chile ha ido a la vanguardia, desarrollando desde el año 1991 investigaciones que buscan resguardar la igualdad y la no discriminación, con el objetivo de reparar a las víctimas e investigar los delitos asociados a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.
Así, en el año 2007 nace la Brigada Investigadora de Delitos contra los Derechos Humanos, unidad especializada que se dedica a investigar hechos que atentaron o puedan vulnerar los derechos fundamentales de las personas. A nivel local, es la Brigada de Homicidios Coyhaique la unidad especializada encargada de investigar los delitos asociados a los derechos humanos. Cabe hacer presente que, además, el Plan Estratégico de Desarrollo Policial de la PDI establece el respeto a los derechos humanos como un valor fundamental dentro de la institución.
En ese escenario, las brigadas de homicidios regionales han cumplido un rol descentralizador y coadyuvantes para los tribunales de justicia, especialmente, para los ministros designados en estas materias. En ese proceso, estas brigadas se articularon y enlazaron las necesidades de la Brigada Investigadora de Delitos contra los Derechos Humanos. Toda vez que, el trabajo técnico -riguroso, metódico y muchas veces silencioso- permitió llevar a cabo procesos investigativos exitosos, pese a las adversidades encontradas en el camino.
Dentro de ese esfuerzo nacional, la Brigada de Homicidios Coyhaique es un ejemplo particularmente significativo, ya que cuenta con personal especialmente asignado para requerimientos en esta materia. En la Región de Aysén, se han desarrollado varias diligencias e investigaciones instruidas por el Ministro en Visita Álvaro Meza Latorre, de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Temuco. De igual forma, cooperamos con el nivel central para gestionar nuestro apoyo en lo que requieran otras unidades en esta materia.
Para nuestro equipo, los avances en este tipo de causas, y en todo lo que hacemos, es un deber moral, donde combinamos la experticia y el rigor científico, con un trato respetuoso hacia víctimas, testigos y familiares.
Nuestra labor, muchas veces invisibilizada, ha contribuido a que la Región de Aysén también forme parte del mapa de la memoria y de los avances en Derechos Humanos del país. Lo que hacemos, está en la esfera de la responsabilidad institucional, con independencia y un rol histórico sobre la reconciliación. En ese sentido, la PDI ha demostrado que la rigurosidad profesional es un camino indispensable para sostener la confianza ciudadana.
Nuestra institución, a través de sus canales comunicacionales, ha sostenido que "La Policía de Investigaciones de Chile -confirmando su compromiso profesional y de responsabilidad, tanto con el pasado, presente y futuro, con hechos que atentaron y puedan vulnerar los derechos fundamentales de las personas- pretende convertir el respeto por los Derechos Humanos como una práctica permanente en pos de las garantías constitucionales como igualdad y no discriminación, con particular atención a la situación de las mujeres, pueblos indígenas, refugiados, adolescentes, menores de edad, personas privadas de libertad y diversidades sexuales, y de todos los hechos que atenten a los derechos sociales, económicos y políticos".
De esta forma, la Brigada de Homicidios Coyhaique ha sido y continuará siendo un soporte en esta lejana Patagonia para que Chile sea un país más próspero y en la senda de la verdad. Nuestra labor persiste y perdura, ya que la justicia no depende de las particularidades de una región, ya sea por su lejanía o situación demográfica, sino que, del compromiso con la verdad, como esencia de todo detective.

















