Constanza nos recibe en su nuevo y remodelado Café. "Estoy cansada, me he sacado la cresta, pero ha valido la pena" comenta. Mientras nos acomodamos para conversar, nos cuenta la carta y un poco de la historia. Oriunda de Concepción, Cony llegó por primera vez a Cochrane en bicicleta el 2017, dónde pudo conocer la ciudad y darse cuenta de que hacían falta algunos servicios necesarios para una comuna que está en constante crecimiento.
Este nuevo local se transformó en el café soñado para su creadora. Está frente a la plaza de armas, pero un poco escondido para tener la privacidad y comodidad necesaria, además de un rápido servicio para que quienes llegan a disfrutar de un buen café, puedan sentirse cómodos y a gusto.
La primera vez que se aventuró con esta idea fue a finales de 2022, pero como en cualquier emprendimiento, las trabas fueron muchas, pero en particular una: arrendar un local. "Cuando llegamos con mi pareja nos costó 3 meses encontrar arriendo para vivir y para encontrar el local fueron otros 2", señala.
Además, agrega que "quienes me dieron la posibilidad de comenzar con esta aventura fueron los únicos que estuvieron dispuestos a arrendarme, porque hay mucha desconfianza en la ciudad con respecto a las propiedades y al afuerino". El local estaba en un segundo piso y desde que abrió, el 8 de diciembre del 2022, se llenó de inmediato.
"Mi idea era tener lo más básico, pero por ahí surgió una idea de tener wafles y todavía las personas esperan que vuelva a hacerlos". Es que dentro de la población cochranina existía un vacío con este tipo de locales, porque Constanza recuerda que hubo al menos 2 cafeterías que existieron antes, especialmente uno "previo a la pandemia había un café que se llamaba Nación Patagonia y la gente lo recuerda con muchísimo cariño. De hecho, gran parte del público de Café Tero es gracias a ellos, porque dejaron una muy buena impresión de cafetería".
Con el tiempo el espacio comenzó a quedar pequeño y, en sus palabras, también se dio cuenta que el local tenía problemas que no tenían fácil solución. "Estaba en un segundo piso y la infraestructura no tenía pilares necesarios para sostenerse bien, el espacio no estaba preparado para tener un local de alimentos. El cableado era como para un domicilio particular, no había calefón en la cocina y eso hacía que fuera una batalla lavar la loza". Por esta y otras cosas tuvo que abandonar el primer intento en mayo del 2023.
La búsqueda de local volvió a ser difícil, estuvo de mayo a octubre sin poder vender café. "Fue peor, no encontré nada, realmente no había nada disponible. Estuve esperando la licitación del local del mercado municipal, pero esperando eso se me fueron dos oportunidades importantes".
Nuevos comienzos
A fines de septiembre logró un acuerdo importante con la ex panadería La Estrella, contacto el cual consiguió a través de su pareja. Tras el fallecimiento de la dueña, los familiares de ella buscaban alguien que se hiciera cargo del funcionamiento. "Así íbamos a funcionar como negocios separados dentro de un mismo espacio". Lamentablemente, hubo dificultades y diferencias entre las partes, por lo que Café Tero se tuvo que despedir de su segundo espacio, mientras que semanas después la Panadería La Estrella también tuvo que dejar el histórico local.
Ha sido una historia corta pero intensa. A penas un año y dos meses hacen al Café Tero uno de los más exitosos de Cochrane hasta ahora, el cual reabrió sus puertas en un nuevo local frente a la plaza, un objetivo que tenía Constanza. "Yo creo que este es el definitivo", asegura, mientras nos comenta que el primer día de reapertura llegaron los más cercanos, clientes del café de antes, quienes dejaron la vitrina sin comida, "se acabó todo", señaló.
"La ubicación está en la plaza, algo que siempre quise y la recibida de la gente ha sido súper buena", dice orgullosa. Hoy ya tiene un equipo de trabajo en el que se puede apoyar, con gente de confianza que ya había trabajo antes con ella. De todas formas, sigue siendo la administradora y eso no hace que su pega sea menor.
"El café me ha enseñado mucho, especialmente de la primera experiencia. Aprendí de mis errores, de manejo de personal, manejar mi estrés. Ahora quiero que el café esté bien y quiero que las personas que trabajen conmigo también ganen, por lo mismo busco que los sueldos sean un poquito más de lo esperado". Al ser consultada, ella igualmente se ve como una persona que está dando trabajo a habitantes de la zona, "ojalá darle empleo a muchas más personas, significa que todos estamos creciendo".
¿Por qué insistir?
Han sido tres intentos de asentarse con una cafetería, ha tenido dificultades, pero siempre el objetivo de Constanza era quedarse en la ciudad "me gusta mucho Cochrane, la verdad". Su vida ya la formó ahí, su pareja es cochranino y la tranquilidad que regala la zona es algo que le atrae.
"Trabajé muchos años y ahorré muchos años para tener lo que tengo. La vida te lleva por diferentes caminos y a veces te marca mucho cuando no tienes que seguir por ahí. Le quise dar un tiempo más, específicamente este año, si no resultaba me iba a ir a otro lugar" confesó, con la esperanza de que este tercer intento sea el definitivo.