Los delitos medioambientales están definidos como todos aquellos actos que, intencionalmente, en forma accidental o negligente, producen como consecuencia la destrucción o menoscabo de ciertos sistemas naturales, especies animales o vida vegetal cuya protección es considerada valiosa por el hombre para la mantención de sus condiciones de vida, salud, actividades económicas o culturales.
Su evolución, y la importancia que estos hechos han tomado en nuestro país hace décadas, motivó a que la Policía de Investigaciones de Chile incluyera en su quehacer investigativo las especialidades de Medio Ambiente y Patrimonio Cultural. La Brigada Investigadora de Delitos del Medio Ambiente y Patrimonio Cultural es una unidad especializada de la PDI dedicada a la investigación de los delitos descritos en distintos cuerpos legales de nuestro país, los cuales de una u otra forma sancionan a personas que cometan algún hecho específico relacionado con nuestro ecosistema. Así, su misión específica es investigar aquellas acciones ilícitas que atenten contra la biodiversidad, el patrimonio cultural de la nación y la salud pública, además, apoyar a todas las unidades operativas del país que participen en investigaciones de carácter ambiental y de patrimonio cultural, elaborando estadísticas referidas a conductas ilícitas en estos delitos.
Diversos autores e investigadores de delitos contra el medio ambiente señalan que éstos son un peligroso y arduo problema para la vida diaria, el planeta y las futuras generaciones que lo habiten.
Para quienes cometen este tipo de hechos, las fronteras no son un límite, ya que podemos encontrar delitos que van desde el vertido y tráfico de residuos peligrosos, tráfico de marfil, tala ilegal de árboles hasta la sobrepesca de especies protegidas.
Al investigar estos delitos y, tras realizar diversos análisis y cruce de información, se puede determinar que las mismas rutas utilizadas para el tráfico de vida silvestre entre países y continentes, son las mismas que se realizan para el tráfico de armas, drogas y personas. Concluyentemente, los delitos contra el medio ambiente van, frecuentemente, aparejados de otros delitos tales como fraudes relacionados con pasaportes, corrupción, blanqueo de capitales e incluso asesinato. A diferencia del comercio ilegal de drogas y otras especies ilícitas, los recursos naturales son finitos y no pueden reabastecerse en un laboratorio, es por esta razón que urge combatirlos.
En la última década se ha observado un aumento de los delitos contra el medio ambiente de más del 5% anual, incremento que tiene su mayor ascenso en el tráfico ilícito de especies silvestres, de madera, de pescado, de residuos y de minerales; siendo la tercera actividad delictiva más lucrativa del mundo, detrás del tráfico de drogas y de productos falsificados, y por delante de la trata de personas.
Es por esto, que, los delitos contra el medio ambiente repercuten directamente en el cambio climático, ponen en peligro los medios de subsistencia de millones de personas, provocan migraciones forzosas y pueden desencadenar la propagación de virus de animales a humanos (enfermedades zoonóticas); siendo todos fruto de la delincuencia organizada, por lo que requieren una respuesta igualmente organizada y mundial para combatirlos.
A raíz de esto, se necesita una colaboración más allá de las fronteras entre los organismos encargados de la aplicación de la ley en todo el mundo, debido a que los delitos medioambientales presentan escasos riesgos y ofrecen grandes beneficios, y, a través de ellos, se puede financiar a grupos violentos de delincuencia organizada, a insurgentes y terroristas, así como socavar el bienestar de los ciudadanos.
Como investigadores especializados en esta área, desde la Patagonia chilena estamos permanentemente atentos a este tipo de acciones y sucesos, toda vez que esta es una amenaza latente, y debemos estar preparados para poder afrontar y enfrentar este silente flagelo que va en desmedro de las personas y del bienestar de las futuras generaciones que habitarán el planeta, por lo que a diario realizamos diferentes acciones a fin de preparar y capacitar aún más en estas materias a los detectives que combaten estos delitos, prospectando -a través del análisis criminal- posibles escenarios que puedan afectar el ecosistema de todos los chilenos.