Dos semanas después de las elecciones parlamentarias, con una segunda vuelta presidencial por delante, con el panorama político regional claro, con las convicciones personales plenamente establecidas y con la mente más fría para sacar cuentas políticas, la exdiputada Aracely Leuquen (45) -una voz autorizada para un análisis político- se dio el tiempo para hablar de cómo se gestó su renuncia a Renovación Nacional, luego de 27 años de militancia y de cómo proyecta sus aspiraciones políticas para el futuro.

Usted militó 27 años en Renovación Nacional. Se perdió el cupo parlamentario que usted obtuvo en las urnas y que usted le traspasó en su momento a Marcia Raphael. Al final fue el partido más perjudicado con los resultados de las elecciones. ¿Su decisión de renunciar a RN fue por eso? ¿Tan insalvable es la situación del partido a nivel regional?

No había tenido la oportunidad de conversar respecto a un tema que sí efectivamente es muy personal para mí, que me costó mucho el tomar una decisión de ese tipo y a diferencia de lo que muchos puedan pensar que fue una decisión poco meditada, al contrario, fue una decisión bastante reflexionada, ni siquiera durante meses, sino que durante años. Yo militaba en Renovación Nacional hace 27 años, pero simpatizaba hace mucho rato antes y la verdad es que sí fue una decisión bien difícil que solo respondió a la forma de funcionamiento que tiene el partido en la región. Yo lo dije cuando me fui, me voy muy agradecida de haber tenido las tremendas oportunidades que tuve como mujer en Renovación Nacional de hecho, yo me sigo sintiendo representada por Renovación Nacional por sus ideas, por sus valores, por sus principios, por mucha gente a la que admiro en Renovación Nacional, que tal vez no viven Aysén, pero que son grandes amigos míos. Y lo que no estaba de acuerdo es en la forma y en quienes conducen a Renovación Nacional en la región de Aysén. Y el tiempo nuevamente me ha dado la razón con el resultado electoral del pasado 16 de noviembre. 

Yo traté de hacer muchos esfuerzos y muchos dirán 'a la primera se va'. No, yo no me fui a la primera, yo hice esfuerzos muy valiosos desde hace muchos años por mantenerme dentro de Renovación Nacional, motivada, trabajando con los militantes, con las bases, a diferencia de lo que hoy día se hace. Fui Presidenta Regional de Renovación Nacional en Aysén en dos oportunidades. Fui la Presidenta Regional de la Juventud años atrás. Y en aquellos años donde no estábamos en los partidos políticos por una pega, por un trabajo, por una oportunidad laboral, no estábamos por ese tipo de oportunismo, estábamos por convicciones. Y yo tengo mucho respeto por aquellos que están en Renovación Nacional hoy día y lamento mucho haberme ido por ellos, porque son personas respetables, porque están ahí por convicciones. Pero yo siento que cuando los partidos comienzan a perder el foco de trabajar por proyectos grandes colectivos, de construir nuevos liderazgos, de ser generosos y entregar oportunidades, cuando eso se pierde y se comienza a trabajar más que por proyectos colectivos, se comienza a trabajar por proyectos personales, individuales, ahí ya los partidos políticos pierden su esencia. Cuando los partidos políticos se instrumentalizan para trabajar por proyectos personales y no por proyectos colectivos, eso hace perder la esencia de los partidos políticos. Y lo digo con harta autoridad, porque en muchas oportunidades fui muy generosa al dar oportunidades a muchas personas para que puedan crecer políticamente, para construir nuevos liderazgos. Y no los ayudé desde el discurso no más, los ayudé en la calle, trabajando casa a casa para que construyan una credibilidad por determinadas personas que respondían a Renovación Nacional. 

Habló también de falta de liderazgo…

Y yo me voy porque siento que la estructura partidaria hoy día, lamentablemente ha perdido el objetivo por el que tiene que estar en política. Yo creo que Renovación Nacional, así como muchos partidos, tienen que abrir la puerta a la ciudadanía, a que otras personas puedan participar, a que se planteen ideas, iniciativas, a que se haga un trabajo programático, a que no se pierda de vista el trabajo social. Porque aquí no podemos estar en las calles y en las casas de la gente solo cuando hay campaña, porque en razón de eso es que la gente desacredita la política, perdió la credibilidad en los políticos, me vienen a ver cada cuatro años. Entonces al ver ese tipo de prácticas en mi partido, que es Renovación Nacional, yo preferí dar un paso al costado, porque siento que además las bases no estaban siendo partícipes de las decisiones que tomaba Renovación Nacional. Y también hablé en su minuto de la ausencia de liderazgo que tenía Renovación Nacional. Si cuando uno ejerce un liderazgo, y eso no tiene que ver con el cargo, el liderazgo es otra cosa, porque alguien puede ser presidente, lo que sea, pero otra cosa, es liderazgo. Cuando uno ejerce un liderazgo, influye sobre otras personas y otras personas que por respeto, por cariño, por consecuencia, por credibilidad, a uno lo siguen también comienzan a tomar un rumbo. Entonces yo siento que en Renovación Nacional de pronto se empezó a que se desarrollen los acontecimientos como se desarrollen y no había liderazgo, no se ejercía liderazgo. Y esto se lo planteo a los principales líderes de mi partido y lo dije muchas veces, no solo una ni dos. Entonces ya cuando uno siente que no hay una retroalimentación, yo soy una persona que trató de hacer no una crítica, hice una autocrítica porque yo era parte del tema, pero no se me escuchó. Y finalmente hoy día los resultados son los que son. Y tenemos un partido que en algún minuto tuvo ocho alcaldes en esta región, una región de 10 comunas y hoy día tenemos un alcalde con representatividad popular, uno. Entonces eso a mí me da pena, pero lo advertí y lo advertí en muchas oportunidades.

¿Qué decisiones le molestaron? 

Yo fui electa consejera regional del partido, que es la instancia que define las candidaturas en la región del partido y fui electa en ese espacio con primera mayoría regional. Y eso a mí me brindaba también una autoridad como para plantear cosas que me parecía que estaban mal, que no eran correctas y esto data desde la elección municipal y que nos generaron un resultado que aunque se interprete en positivo, para mí no fue positivo. Fue negativo desde la elección municipal donde logramos mantener solo un alcalde que es Francisco Roncagliolo en Cisnes.

Luego un año antes advertí respecto al pacto por omisión que se iba a producir en términos de elecciones parlamentarias de senadores para la región, es algo que uno tal vez por sentido común también va visualizando y lo advertí también a los máximos dirigentes, a las máximas instancias. Esto puede pasar, esto no. Tratemos de salir muy bien políticamente de esto porque es una opción, puede pasar y puede quedar muy mal posicionado el partido. Todas estas cosas que uno fue planteando no fueron escuchadas y creo que si hay algo que gatilló puntualmente la decisión fue el escaso trabajo que yo vi en torno a la candidata presidencial Evelyn Matthei. Yo creo que ahí se utilizó más la calculadora que otra cosa y yo no vi desde Renovación Nacional que se realizara el trabajo en pos de nuestra candidata presidencial en su minuto que era Evelyn Matthei, a diferencia de otras campañas presidenciales como las de Sebastián Piñera donde había mucha actividad mucho movimiento ciudadano, mucho compartir con la gente, mucho banderazo, mucha calle. Yo en esta elección presidencial desde Renovación Nacional vi un escuálido trabajo, cosa que a mí no me pareció y lo planteé directamente también a los dirigentes del partido, a la coordinadora en ese minuto de la campaña presidencial y también a la diputada que se encuentra actualmente en ejercicio y bueno, una vez más no fue escuchado. Ya ahí uno empieza a entender las señales.

Yo creo que se provocó a partir de esas cosas también un clima de harta división interna en su minuto, de hartas situaciones complejas y bueno, cuando uno no está cómodo en un domicilio es mejor retirarse y ojalá, bueno, Renovación Nacional ahí vuelva a retomar el rumbo. Pero como lo digo, no fue una decisión antojadiza, fue un cúmulo de situaciones que se fueron dando desde el año 2023, año en el que yo asumí como integrante del Consejo Regional del partido y como dirigente con primera mayoría, donde advertí muchas situaciones electorales, muchos fracasos electorales que se iban a provocar tanto en la elección municipal y ahora hasta último el escaso trabajo que vi yo desde mi partido para apoyar a la candidata presidencial Evelyn Matthei, cosa que yo advertí y canalicé formalmente a los dirigentes del partido y ya cuando no se pudo más, finalmente decidí dar un paso al costado.

Tampoco apoyó la candidatura de Marcia Raphael a la reelección?

Yo decidí tener la libertad de poder apoyar a quien realmente me representara y de un tiempo a esta parte, tal vez por situaciones de la vida, también me he visto muy vinculada al ámbito de la salud y yo no vi ese trabajo durante estos años en términos de labor parlamentaria y eso, bueno, obviamente me obligó a salir de las filas de Renovación Nacional para elegir y apoyar públicamente a alguien que realmente me representara. Y quién mejor que Alejandra Valdebenito, que es una profesional del área de la salud, que habla con real conocimiento de los temas de salud y que muchas veces lo digo sin la necesidad una fotografía, así como también Ximena Órdenes en su minuto, sin la necesidad una fotografía, ayudaron a muchos pacientes con cáncer y trabajaban de verdad en la causa oncológica. Yo desde la Corporación Oncológica OncoAysén hemos tratado de hacer un esfuerzo enorme por mejorar la infraestructura hospitalaria para los pacientes con cáncer. Y Alejandra, sin ser candidata, permanentemente fue una aliada en la causa oncológica. Entonces preferí tener la libertad de retirarme sin cuestionar la labor parlamentaria de quién era la diputada de mi partido, pero sí quería tener la libertad para apoyar a alguien que realmente me represente en esos temas que insisto, creo que son los temas más sensibles para la región de Aysén. 

Y soy una convencida de que hoy día tenemos a Alejandra y va a hablar con dominio del tema, con amplio conocimiento y además con un trabajo empírico que es de terreno, que es de atención de personas permanentemente, especialmente de mujeres que sufren de cáncer de mama, hoy día la principal causa de muerte de nuestras mujeres, justamente el cáncer mamario. 

¿Ahora se proyecta independiente o buscará alguna militancia con la que se sienta más representada?

Yo creo que por el momento es prudente mantener la independencia política, tal vez eso pareciera que significa sacarse una mochila de responsabilidades. No, yo creo que al contrario, es una responsabilidad muy grande mantenerse en el domicilio de la independencia, porque al final del día es como una independencia muy legal, pero en lo político yo tengo un domicilio, claro, mi domicilio es la centro derecha y en razón de eso me gustaría que Renovación Nacional alguna vez retomara el rumbo para poder volver a ser parte de sus filas. Pero también sé que es algo muy difícil por todas las fricciones que se han provocado en los últimos años, pero yo creo que hay que tener en esto perspectiva y visión de futuro. Yo creo que esto de ir de un lugar a otro y de estar en un domicilio político y después trasladarse a otro, no es bien visto por parte de la gente. Yo creo que las personas hoy día, más allá de lo político, lo que valoran es a las personas y el trabajo que pueden realizar las personas con cargo o sin cargo. ¿Qué causas defienden esas personas que están en política? Yo creo que hoy día la política adolece de políticos defendiendo causas. Yo creo que se necesita volver a incorporarle a la política esa mística que existía en la capacidad de defender cosas importantes y no estar en esta pelea pequeña donde hay ambiciones desmedidas, envidias desmedidas, falta de generosidad, donde todo tiene que ser para mí, no para otros, donde siempre hay temores. Entonces yo creo que es importante mantener esas independencias en virtud de que hay que tomar decisiones con mucha conciencia para el futuro. 

Yo creo que hoy día la derecha necesita de mayor unidad que nunca, porque no van a ser tiempos fáciles para gobernar. Yo sé que hay mucha expectativa ciudadana respecto a un cambio de gobierno, pero en cuatro años es muy difícil gobernar. Y uno lo dice también por experiencia desde el Parlamento. Hoy día tuvimos las calles súper silenciosas, las demandas sociales, las demandas históricas de Aysén absolutamente invisibilizadas. Pero yo le aseguro que el comunismo puro va a estar instalado en la calle desde el 11 de marzo, y eso es una realidad, porque hoy día quienes gobernaron fueron los que promovieron la violencia desde el año 2019 y que provocaron el movimiento social que se aprovechó de las demandas sociales justas y se transformó en un movimiento delictual. Bueno, a aquellos les tocó liderar este gobierno y por eso durante estos cuatro años ha habido un silencio absoluto, pero eso no va a suceder después del 11 de marzo del 2026. Entonces creo que hoy día más que nunca en la derecha tenemos que tener visión de futuro, capacidad política para entender que tenemos que construir un conglomerado sólido que represente lo importante y no estar en la pequeñez política. 

Usted decía que no cree en eso de andar moviéndose de un partido a otro, pero igual apoyó la candidatura de Miguel Calisto? a propósito? ¿Cómo ve ahora la situación de él con su eventual formalización por presunto fraude al fisco y la posibilidad de que no pueda asumir como senador? ¿No parece arriesgado apoyar una candidatura así con el riesgo que eso implica para la representatividad de la región?

Todas las decisiones tienen un costo y en razón de eso quise tener la libertad de tomar decisiones personales y no involucrar a instituciones políticas o que la casa política en la que estaba tuviera algún costo adicional. Hubiera sido súper fácil mantenerme en Renovación Nacional que no tenía candidato a senador y salir a apoyar a Miguel Ángel Calisto, pero me pareció poco consecuente porque quise por primera vez apoyar y votar por alguien que me representara y Miguel Ángel Calisto es una persona que me representa en el contexto de su trabajo social durante muchos años, no solo hoy día como diputado, sino que durante muchos años como presidente del Consejo Regional y además como diputado electo con primeras mayorías durante dos periodos y hoy día con segunda mayoría nacional, o sea, eso indica que hay un trabajo social, no solo político, muy importante que la ciudadanía ha valorado. Obviamente que todas las decisiones que uno adopta tienen un costo, yo no soy abogada, no tengo mayores conocimientos jurídicos como la gran cantidad de gente en sus casas, pero sí me dejo llevar también por muchas cosas que tienen que ver con el sentido común y para mí es muy importante el mérito en política. Yo creo que el mérito tiene que ver mucho también con construir una historia de servicio público. Hay mucha gente de izquierda, de centro y derecha que respeto porque tienen una real vocación de servicio público y así lo han demostrado en el caso de Miguel Ángel Calisto, hoy día fue electo con una tremenda mayoría regional y nacional, justamente porque la gente pone en valor aquello y asume el riesgo de tomar una decisión como esta y apoyarlo justamente en razón de aquello. 

Y lo otro importante de decir, en mi caso al menos, es que no soy ni yo, ni un partido político, ni un medio de comunicación, ni nadie el que tiene que establecer responsabilidades sobre Miguel Ángel Calisto como parlamentario, en la eventualidad que tenga algún tipo de responsabilidad como de las cuales se le atribuye. Yo creo que hoy día los que tienen que hablar son los tribunales de justicia, son ellos los que se van a tener que pronunciar respecto a si existe una responsabilidad en el parlamentario sobre lo que se le atribuye como responsabilidad y son los tribunales de justicia los que finalmente dictaminarán si es inocente o es culpable, lo demás es conversación política, lo demás es muchas veces irresponsabilidad de hablar de cosas que no se saben y yo al menos prefiero ser responsable, fiel y leal a mis valores políticos y a mis convicciones y apoyar a una persona que ha hecho un tremendo trabajo social durante muchísimos años y político también y en razón por eso ha doblado a todos los candidatos que ha tenido en competencia, pero que hoy día está en una situación judicial súper compleja y tendrá que ser la justicia la que responda finalmente si él es culpable o inocente. Hoy día es un parlamentario desaforado y el desafuero no es otra cosa que quitarle la investidura al parlamentario para que pueda ser investigado. Y yo creo que eso es súper importante para finalmente establecer si existe una responsabilidad o no existe una responsabilidad en él. Así es que yo creo que es importante estar tranquilos. Lo que tenga que pasar, va a pasar. Pero me parece que no es bueno endosarle una responsabilidad a la ciudadanía por temas jurídicos. Yo creo que la gente cuando va a votar por alguien, va a votar por una persona que la representa, apoya a una persona que tiene mérito y una persona que sabe y tiene conciencia va a defender sus temas en el Congreso Nacional. Y yo creo que eso es Miguel Ángel Calisto y por eso mucha gente hoy día lo apoya y lo sigue apoyando. 

Volvamos a lo que estábamos conversando? ¿Le gustaría retomar en algún momento su carrera política compitiendo por un cargo de representación popular? 

Sí, siempre es más difícil sin el alero de un partido político, porque la ley es así, la ley obliga a dejar muchas veces la independencia para obtener un resultado electoral. Y aunque yo me quiero mantener en la independencia, siempre lo voy a dejar muy claro, mi domicilio político es la centroderecha y debo decirlo, sí he recibido muchas oportunidades para poder ser parte de alguna colectividad, prefiero no hacerlo por el minuto. Prefiero mantener mi trabajo social como lo he hecho hasta ahora, sin ejercer cargo público, manteniéndome solo en contacto con la gente desde mi rol como asistente social, porque me gustaría seguir construyéndome este espacio. 

A mí me hubiese mucho gustado ser candidata parlamentaria, no lo pude hacer, obviamente hubieron situaciones que estuvieron fuera de mi control para poder hacerlo. Hoy día no me cabe duda que hubiera tenido también un bonito resultado, porque me inyecto y me motivo del cariño de la gente, un cariño súper genuino, muy auténtico. Soy una persona que se ha reconstruido política y humanamente desde hace algunos años, una persona que tiene conciencia de que ha tenido que transitar por el camino de muchas adversidades políticas. Me hago responsable también de muchas de mis adversidades políticas de cara a la gente. Y yo creo que eso la gente lo pone mucho en valor y eso a mí me ha generado un rédito político y social muy importante. Pero lo más relevante es este cariño que me llevo todos los días de la gente, porque me mire, usted no es candidata y sigue estando, no tiene cargo público y sigue estando. Y ese para mí es el mejor regalo. Y eso me ha llevado a construirme un espacio que espero se traduzca en el futuro en volver a la arena política. Sin duda, yo no tengo problema, yo no tengo problema en volver a empezar. En lo que sí tengo problema es en no seguir en esto. No voy a renunciar a la vida política, aunque muchos quisieran. Si tengo que empezar de cero, voy a empezar de cero como muchas veces he empezado en mi vida y lo voy a hacer con cariño, con la misma convicción y desde el rol donde me corresponde estar. 

Agradezco haber estado en la adversidad política. Agradezco haber pasado por malos momentos. Hoy día la experiencia política y humana que he construido me entrega una perspectiva distinta de la vida. Yo no soy la misma mujer de hace cuatro años atrás, tengo otra visión de las cosas, tengo otra perspectiva de cómo tienen que ser también las cosas. Tengo una empatía por el dolor que es muy diferente también. Tengo eso, empatía y eso. Y eso es algo súper perdido en política, la empatía por lo humano. Yo veo en política que todos estamos todo el día proyectándonos y pensando en una candidatura u otra y perdemos el sentido de las cosas importantes, que es por qué estamos en esto, por qué elegimos estar en el servicio público. Y estar en esto significa trabajar por las personas y de eso hay muy poco. Entonces la verdad es que empatizar con la gente ha sido una vitamina que me ha ayudado a entender la realidad de la gente y yo espero volver a la papeleta algún día, no necesariamente desde el parlamento, no sé desde dónde, pero vamos a seguir construyendo el camino para volver a estar.

Entonces sí tuvo posibilidades de haber estado en la papeleta hace dos semanas?

Fui precandidata a senadora por Renovación Nacional y en algún minuto bajé mi candidatura. Renuncié a ella voluntariamente, porque entendí que esta región iba a tener pacto por omisión antes de que se hiciera público. 

Y sobre esto de recorrer un camino difícil, ¿qué aprendizajes saca de esas malas experiencias que tuvo?

Yo creo que hay una grave crisis en Chile de salud, pero muy especialmente con la salud mental. La salud mental está absolutamente condenada socialmente y es inaccesible para la gente. Es absolutamente inaccesible. Las enfermedades o diagnósticos propios de la salud mental son parte del diario vivir de la gente, estén en política o no estén en política, en cualquier ámbito laboral nos vamos a encontrar con personas con problemáticas de salud mental, no solo en el Congreso. Y lo primero que se hace con las personas cuando tienen una situación compleja y de ese tipo, es condenar socialmente y no empatizar con esas personas. Y nos encontramos con estos mensajes que suelen ser muy bonitos de ser empático y la salud mental es importante. Pero eso lo vemos solo desde el mensaje, en la praxis, en el día a día, nos damos cuenta de que es algo a lo que la ciudadanía no accede, porque acceder a salud mental es de un alto costo económico insostenible para una familia. Son cosas que obviamente influyen no solo para alguien que sea parlamentario y esté desarrollando tareas en el Congreso. Influye para las personas en su diario vivir y en cualquier ámbito laboral, en el ámbito comunicacional y del periodismo, cualquiera. Y por eso tenemos que abordar el tema en este próximo gobierno con altura de miras. Hay que tener mucho cuidado con los prejuicios, con condenar gratuitamente a las personas, porque no sabemos la carga y la mochila que muchas personas puedan llevar. Y lo digo por experiencia y además no solo desde lo personal, porque mi día a día como asistente social es tratar a muchas personas con problemáticas de salud mental. Y hoy día, si me preguntan en la región donde tenemos una tremenda tasa de depresión y de suicidios, y especialmente suicidios infanto-juveniles, no nos podemos quedar con el sentimiento y el dolor de tanta gente que se va por un problema de salud mental. Nos tenemos que preocupar. Lo que tenemos que hacer como Estado, desde nuestro rol, desde nuestros liderazgos, es trabajar para ocuparnos de la salud mental, porque es una problemática tremendamente invisibilizada y laboralmente es condenada. Cualquiera que en su trabajo diga que tiene una depresión es enjuiciado, cualquiera que tenga una licencia muy reiterada por situaciones de salud mental es desvinculado en su trabajo, así como en algún minuto pasó con las mujeres que tenían fibromialgia o con las mujeres solo por el hecho de ser mujeres. Son condenas sociales muy fuertes para personas que tienen las capacidades para seguir desarrollándose laboralmente, pero tienen que tener condiciones médicas a través de tratamientos médicos adecuados para funcionar en sociedad, para seguir desarrollándose de manera laboral y en todos los ámbitos de la vida en lo afectivo, en lo emocional. Es un tema en el que estamos muy al debe. 

En política también pasa que hay personas y actores políticos que también tienen problemas de salud mental. Y el camino y la solución no es condenar a esas personas, también es ayudarles a que salgan adelante, porque pueden ser muy buenos representantes populares y de la ciudadanía, pero son personas, son seres humanos como cualquier persona que nos está escuchando o que nos está leyendo o viendo, y son personas también a las que hay que ayudar. Por eso para mí es importante hoy día no perder la perspectiva de lo humano en lo político. Y yo creo en lo personal, como líder o referente de algo, creo que es importante contarlo sin vergüenzas, hablar de la salud mental como un problema que aún no lo ha afectado en su minuto y que afecta a un montón de gente, a diferencia de otras personas. Tuve la oportunidad de acceder a buenos tratamientos de salud mental, pero hay personas que simplemente no, y en razón de eso dejan de funcionar en sociedad y eso no puede ser que el Estado abandone a esa gente. Y por eso ahí tenemos una responsabilidad mayor, porque uno lo ha vivido, uno ha tenido una experiencia, un testimonio personal, humano. A la gente no se le puede olvidar que quienes los representan en el Congreso Nacional son personas como usted y como yo. Y yo creo que las personas idealizan mucho a los políticos. Los políticos no son seres que bajan del Olimpo a entregar las recetas para hacer lo mejor, no, son personas. Y yo creo que idealizar mucho a la política también tiene a la política como está. Por eso la falta de credibilidad, porque cuando el político se equivoca genera una decepción. Yo creo que es importante entender que quienes desarrollan o se desarrollan en política también son personas. Así que la salud mental es fundamental en eso.