Redacción, Diario El Divisadero
En pleno corazón de la Patagonia, un bosque renace. Entre las montañas y valles de Coyhaique, CMPC lidera un ambicioso plan de restauración que busca devolver la lenga ?árbol símbolo de la región? a los paisajes que alguna vez fueron suyos.
Se trata del Proyecto Patagonia, una iniciativa pionera orientada a la conservación y restauración de más de 26 mil hectáreas en la Región de Aysén, en terrenos históricamente impactados por incendios y procesos de degradación del suelo.
En términos concretos, el proyecto contempla la reconversión de 4.500 hectáreas de plantaciones forestales en bosques nativos, la conservación de 13.280 hectáreas destinadas a la protección de la flora y fauna, y el uso de 8.100 hectáreas como sumideros naturales de carbono, contribuyendo activamente a la mitigación del cambio climático y al equilibrio ecológico del territorio patagónico.
Así es como en el predio El Mirador, ubicado en el sector Cuesta Alvarado de Coyhaique, la empresa avanza con este plan que combina precisión técnica y compromiso ambiental: plantaciones en grupos y dispersas, volteo y anillado de pinos que compiten con la lenga, escarificación de suelos para favorecer la regeneración natural, poda selectiva y construcción de senderos para conectar los distintos sectores de trabajo.
En esta primera etapa del proyecto, iniciada en 2023, se establecieron 21 grupos de plantaciones protegidas y se realizaron diversas acciones de manejo que incluyeron áreas raleadas, zonas escarificadas y sectores de lenga liberados de competencia, sumando más de 3 hectáreas intervenidas. A través de un raleo sistemático, se redujo la densidad del rodal en un 75%, mientras que en los sectores donde existe mezcla de pino con especies nativas, se están eliminando los pinos mediante anillado o volteo dirigido, con el propósito de favorecer el desarrollo y regeneración del bosque nativo dentro de estas áreas. Además, se construyeron más de dos kilómetros de senderos para facilitar el trabajo y el monitoreo del ensayo.
Para Roderick Jara, jefe de Asuntos Públicos de CMPC en Aysén, este trabajo no es solo una intervención técnica, sino una apuesta decidida por devolverle a la Patagonia parte de su patrimonio natural. El ejecutivo destaca que la restauración de la lenga es un desafío que trasciende la silvicultura y que busca reconectar a las comunidades con sus paisajes originales: "Este proyecto es mucho más que plantar árboles; es reconstruir un ecosistema que forma parte de la identidad de la Patagonia. Recuperar la lenga en estos paisajes es un compromiso a largo plazo, que une ciencia, manejo forestal y respeto por la naturaleza. Queremos que las futuras generaciones puedan ver, tocar y sentir estos bosques como parte viva de su territorio".
El ensayo abarca una superficie total de 18 hectáreas, donde se implementarán distintos tratamientos que servirán como base para la conversión de plantaciones de pino ponderosa en bosques nativos. Esta iniciativa forma parte de un plan mayor que contempla 4.500 hectáreas en total, con el objetivo de restaurar los ecosistemas de la Patagonia que fueron intervenidos tras los grandes incendios del siglo pasado.
Para CMPC, este proyecto constituye una prioridad dentro de su estrategia de sostenibilidad, ya que busca recuperar la funcionalidad ecológica de estos territorios. Los resultados obtenidos en esta etapa piloto permitirán replicar las prácticas exitosas en otras plantaciones, contribuyendo así a la regeneración de los bosques y a la resiliencia ambiental del paisaje patagónico.
El plan ha dejado aprendizajes clave: el otoño es la mejor época para plantar; las ramas del raleo protegen eficazmente a las plántulas de liebres y otras amenazas; y las plantas de mayor tamaño tienen mejores tasas de sobrevivencia.





















