Empleos salmoneros y áreas protegidas

Ya venimos algunos años con prácticamente el único argumento que logra sacar en  su defensa la industria salmonera, y que son los empleos. Y cada vez que se sienten amenazados, como con el nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, SBAP, y los Espacios Costero Marinos de Pueblos Originarios, ECMPO, le meten "cuco" a sus trabajadores e incluso a sus proveedores de servicios, en que los van a dejar sin su pega, sacándolos a la calle. En todo caso, como se demostró en el caso del SBAP y las ECMPO, era todo falso y no se perdía ningún empleo. Y si había algunos en riesgo, era en al menos una década más. 

Para el "grupo de choque" salmonero, ese que viene apersonándose en cuanto evento en que se expone la realidad de esa industria y también irrumpió en nuestra presentación sobre Salmoneras en Áreas Protegidas en la tienda Patagonia de Coyhaique, de hace algunos días, ese fue también su caballito de batalla. Y días después se vanagloriaban "que no les habíamos respondido sobre los miles de empleos que se perdían", lo cual, otra vez, es falso.

Vale insistir en que el tema que exponíamos y al cual no tuvieron como retrucar, era otro y no aquel de los empleos. Tampoco es nuestra responsabilidad las consecuencias de ocupar ilegalmente áreas protegidas, ni las consecuencias que demostramos que eso provoca (pan para hoy, hambre para mañana), sino de la institucionalidad que debiese asumir su responsabilidad en su errático actuar, también con el empleo. Por lo demás, lo que menos nos interesa es provocar desempleo.  En esa oportunidad, preguntamos ¿dónde estaban todos esos que ahora rasgan vestiduras cuando la industria dejo sobre veinte mil cesantes a causa de su pésimo manejo sanitario y ambiental, lo que les advertimos por al menos una década, y que llevo a la crisis del ISA ? ¿Y dónde están cuando algunas empresas se jactan de que están automatizando sus procesos? ¿Y dónde estaban cuando nosotros le decíamos a la industria pesquera salmonera que debiera tener mejor trato hacia la comunidad y sus empleados, eso porque en esa época los odiaban y los querían reemplazar por Alumysa? Y en cuanto al número de empleos que produce esa industria, como ya hemos escrito antes, "extrañamente" no existe estadística oficial, lo cual permite especular a gusto, igual como se hacía con los extractores de pompón, donde parlamentarios decían que eran 12 a 20 mil ¡y finalmente los registrados por el SAG resultaron ser solo unos 1.200! 

Vale agregar a lo anterior, que el propio Gobernador Regional de Aysén hace poco declaró que la industria salmonera no daba mucho empleo. Y vale agregar también, que, así como esa industria da empleo, también destruye o afecta otros, como a los pescadores (que se ven en la necesidad de trabajar para la industria), el sector turístico y el comercio y servicios de los poblados del litoral.

Ahora ¿Cuántos empleos están realmente en juego de salirse las salmoneras de las áreas protegidas? Si consideramos que en la Región de Aysén hay 333 concesiones en el SNASPE (incluye Santuario de la Naturaleza) y 347 sumando otras categorías de protección, y que de esas solo hay 23% operando, serian 80, y si en cada una laboran en promedio unas siete personas, serian 559 empleos directos. (En Magallanes había 90 en SNASPE, 34 operando, eso da 238 empleos directos). Si además, consideramos que de las concesiones en Aysén hay 277 caducables (mas o menos 40% en áreas protegidas), hay un potencial y espacio para nuevas concesiones y empleos de al menos 166 lugares. ¡Y claro, hay un gran potencial de empleo en ese 50% de concesiones sin uso por la industria (de estas 431 fuera de las ASP) !  Vale hacer presente, además, que como la industria está concentrando su producción en pocas concesiones, las consecuencias son de 30% de sobreproducción y 32,8 % anaeróbicas (51% reincidentes) y evidentemente de reducir empleos. O sea, claramente la industria no esta precisamente interesada en dar mas empleo.  Por nuestra parte, creemos que, en vez de crecer en cantidad, en lo que ya tocaron techo en lo que refiere a concesiones marinas, debieran ocuparse en mejorar la calidad de su producto y empleo y dejar de abusar del subsidio estatal. En lo demás, su crecimiento, por lo visto, debiera ser en tierra y en mar abierto.