A casi un mes de haber sido internado, el joven TEA en situación de calle J.B. continúa con su tratamiento en el Hospital Psiquiátrico Dr. Philippe Pinel en la localidad de Putaendo, Región de Valparaíso.

Desde la institución afirman que J.B. recibe cuidados de un equipo interdisciplinario de profesionales. Entre ellos un psiquiatra, un psicólogo, un terapeuta ocupacional y un trabajador social, que lo acompañan y se ocupan de bienestar físico y mental. 

Al encontrarse en un dispositivo de "mediana complejidad", J.B. es monitoreado constantemente, se trabaja con él en la creación de hábitos y recibe medicamentos para su estado de ánimo. De esta manera, ha logrado estar tranquilo, y cuentan desde el hospital que no ha habido indicios de conductas agresivas o destructivas. 

Es fanático del animé (género de animación japonés), tiene habilidades para escribir y manejar computadores. Es amable y querido por los funcionarios del hospital, afirman.  Asiste a talleres de habilidades sociales y talleres para adquirir hábitos y rutinas, además de participar en otras actividades que se organizan para los usuarios del hospital, como celebraciones de cumpleaños y otras dinámicas recreativas.

Creen que su estado actual habla de que muchos de las conductas que adoptó en el último tiempo y que son conocidas por la comunidad de Coyhaique, fueron probablemente producto del abandono y la imposibilidad de recibir un acompañamiento adecuado a su condición. Tal como las autoridades también han declarado previamente, falta un dispositivo de mediana complejidad en la región para atender casos más complejos como el de J.B.