Redacción, Diario El Divisadero
Los vecinos del sector Pampa Zurita de Coyhaique están cansados de las promesas incumplidas, con una serie de proyectos comprometidos en los que ni siquiera han visto un papel firmado por ninguna autoridad comunal.
La directiva de la Junta de Vecinos emplazó al alcalde Carlos Gatica, a través de su presidenta, Angélica Navarro, quien lamentó que, hasta la fecha, no se haya materializado ninguna iniciativa.
Una de ellas tiene relación con la ampliación de la sede vecinal que fue aprobada por el pleno del Concejo Municipal de Coyhaique. Se trata de una sede compartida por dos sectores vecinos y que hace dos años fue aprobada, sin que se vea un solo proyecto, diseño ni oficio que dé luces de que realmente se va a ejecutar, respondiendo así a las necesidades de la comunidad.
"Se comprometió a hacernos un proyecto, en ese entonces se llamaba FRIL, que aprobó el Concejo (Municipal) de forma unánime, lo tenemos en la carpeta, está enviado a la municipalidad y jamás se concretó. No hay un avance, no hay un acuerdo en que el alcalde diga que vamos a dar inicio, vamos a presentar el proyecto", comenta la presidenta de la Junta de Vecinos.
La dirigenta agrega que es un proyecto que "necesitamos. Tenemos actividades constantemente, tratamos de hacer hartas actividades para personas mayores, niños, jóvenes. Estamos activos. Es una falta de respeto hacia los dirigentes y la gente que vive en nuestro sector".
Angélica Navarro emplaza directamente a Gatica: "Queremos que el alcalde, así como se comprometió junto a los concejales, se ponga las pilas y nos dé inicio y nos presente el proyecto".
Sin embargo, no es la única iniciativa que está en el aire. Otro proyecto muy sentido por la comunidad local es la recuperación de un parque en el que se comenzó a trabajar en mayo de este año, pero del cual no hay ninguna planificación. Solo han visto algunos trabajo aislados, pero no se ve ni siquiera un borrador de lo que se quiere lograr.
"Es una de las intervenciones que se trató de hacer en algún momento. No tenemos claridad del proyecto, no hay un oficio hacia la directiva, no sabemos los montos, no sabemos quién lo ejecuta, en qué consiste, cuándo es el término del proyecto. Todas esas cosas que se tienen que informar a través de las directivas no se han hecho", señala la dirigenta Angélica Navarro.
Desde la junta vecinal reclaman falta de participación en estos proyectos y en otras iniciativas en las que también se sienten desplazados.
Una de ellas tiene relación con un plan para ponerle nombres a las calles de la población, un proyecto que garantizaba -en el papel- la participación ciudadana y en el que no tuvieron ni voz ni voto. La idea de los vecinos es cambiar el nombre de cinco calles, en homenaje a personas representativas del sector, pero no fueron escuchados, a diferencia de lo que sí ocurrió con el mismo proyecto en Balmaceda. Por lo mismo plantean que desde el municipio se hacen diferencias para beneficiar a algunas juntas de vecinos por sobre otras.
"Todas las juntas de vecinos somos autónomas, pero para conseguir cosas necesitamos el respaldo de las instituciones, las administraciones no se acercan a nosotros o nos prometen cosas que quedan en el aire, es imposible salir adelante", finalizó la presidenta de la junta de vecinos Pampa Zurita, Angélica Navarro.



















