La gente exige más y mejores señales de reactivación

Algunos indicadores económicos mejoran notoriamente, el desempleo sigue bajo, la inflación está controlada, y se genera un escenario de mejores perspectivas, que, según los expertos, podría dar paso a un periodo de reactivación mucho más potente que debe ser evaluado mes a mes.
Y aun cuando es dinámica y a veces impredecible, las expectativas siguen puestas en una auténtica reactivación y en un efecto multiplicador que permita generar empleos y dinamizar la economía, un tema prioritario a nivel país y regional. A ello se suman otras tantas aspiraciones que no tienen sesgo ideológico, sino que simplemente representan la esencia más pura del sentido común y de los legítimos anhelos de cualquier ciudadano y ciudadana de este país que quiere más y mejor desarrollo.
Ya en su etapa final, la gestión gubernamental mantiene su narrativa referida a que vivimos un período de grandes logros, y dejar la incertidumbre, para comenzar a poner sus mayores esfuerzos y convicciones en un mejor futuro para Chile, para Aysén y su gente. Pero la realidad no ha sido tan favorable, y de eso no hay mucho que debatir. Hoy, los desafíos son de consenso; comenzar a construir un mejor país, una sociedad más justa, más tolerante y empática, donde el epicentro sean las personas y su bienestar, en especial las más vulnerables.
Lo relevante es que siempre debemos asumir colectivamente nuevos desafíos, con las ganas de avanzar en aquellas áreas donde aún se advierten dificultades y con la convicción de que vienen mejores días en todos los ámbitos.
Porque más allá de cualquier duda, la colaboración público-privada es claramente una alianza fundamental para despegar, para reactivar y para asumir los nuevos desafíos con la fuerza y la convicción que un propósito como este requiere.
Anhelamos, sinceramente, que comiencen a advertirse más y más señales positivas, que el ecosistema económico y productivo inicie un proceso de mejora constante y así se pongan en marcha nuevos proyectos, nuevas ideas, nuevos emprendimientos, y se genere en Aysén un clima de optimismo colectivo que tenga un correlato en todos los rincones de nuestra sociedad.