Modo electoral y las urgencias para nuestro desarrollo

Las elecciones son una muy buena vitrina para conocer a los candidatos, pero también para informarnos sobre sus propuestas, porque como la propia comunidad sostiene, se mantiene vigente aquella máxima de "votar oir la persona" sin importar mucho su domicilio ideológico.
De esta manera se dan situaciones interesantes de analizar, pero fundamentalmente, se genera una transversalidad que debe tener un favorable impacto colectivo.
Y es que los candidatos al Parlamento y a la Presidencia del país, deben estar ya planificando su futura gestión, porque nadie quiere seguir perdiendo tiempo y hoy lo urgente es "mover la aguja", hacer que Aysén recupere sus indicadores de crecimiento y desarrollo y dejemos atrás las complejidades, la incertidumbre y las confrontaciones políticas.
Si nos ponemos a analizar la percepción ciudadana, hay realidades transversales que siguen inquietando a la gente, fundamentalmente desconfianza y una distancia tremenda respecto a la gestión gubernamental tanto nacional como regional. Por eso es que el mensaje de la comunidad a los políticos, los antiguos y los nuevos, es claro y directo; comprométanse con el desarrollo local, mejoren la gestión y evidencien en su desempeño un apego a las demandas colectivas y no una obediencia a sus partidos.
Porque la ciudadanía no tiene mucho interés por las polémicas artificiales e inoficiosas y las peleas ideológicas, muchas de ellas absolutamente innecesarias, ya que únicamente condicionan, y a veces retrasan las importantes decisiones que deben dar paso a las grandes soluciones, esas que generan desarrollo, un aspecto tan anhelado por las personas en esta parte del país.
Porque es un hecho de la causa que la comunidad aisenina sigue a la espera respuestas y soluciones a muchas demandas y problemas. Muchas de esas soluciones requieren ser pensadas en el ámbito legislativo y otras en manos del gobierno central, a quienes se les pide compromiso real.
Entonces lo que la ciudadanía espera percibir un impacto favorable en su diario vivir, señales de progreso tangibles, porque la gente anhela que las acciones de mundo políticos dejen huellas y demuestren que los cambios comiencen a notarse.