Primera mediación penal juvenil en Aysén termina de manera exitosa

Dos adolescentes de 16 años fueron los primeros usuarios de la mediación penal juvenil, un proceso que busca resolver una situación -hasta delictual- a través del diálogo, la escucha activa y un compromiso de reparación, evitando la judicialización innecesaria de algún incidente, así como la estigmatización o revictimización de personas aún en formación.

El modelo se basa en la ley 21.527, que introdujo cambios institucionales y procedimentales en la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, para mejorar la gestión de las medidas y sanciones aplicadas a adolescentes infractores de ley. 

En esta ocasión, estos jóvenes se enfrentaban a la mediación luego de un incidente que terminó en un delito de lesiones menos graves. Y el resultado de este nuevo enfoque en la justicia juvenil, fue exitoso. Ambos adolescentes lograron llegar a un acuerdo, evitaron llegar a la justicia tradicional y asumieron sus responsabilidades en el hecho, manifestando su intención mejorar su convivencia a través de una publicación en sus respectivas cuentas de redes sociales. 

Cynthia Seguel, mediadora penal juvenil del servicio, destacó que "la mediación penal juvenil privilegia la reparación del daño y la responsabilización de los y las jóvenes, más que el castigo. En esta experiencia, ambos jóvenes se mostraron accesibles para alcanzar un acuerdo. Así, las víctimas pueden expresar sus necesidades y recibir reparación directa. Este proceso favorece la reinserción social, evita la estigmatización y descongestiona el sistema judicial, además de permitir soluciones flexibles y confidenciales donde todos participan activamente".

Este tipo de mediación penal juvenil se caracteriza por ser voluntaria, confidencial y guiada por un mediador imparcial, en la que tanto víctima como infractor se encuentran en un espacio seguro para dialogar, reconocer el daño y construir juntos una reparación, ya sea simbólica o concreta.

Para Israel Villavicencio, director regional del Servicio Nacional de Reinserción Juvenil, "este proceso brinda a las víctimas la oportunidad de ser escuchadas, expresar sus necesidades y recibir una reparación directa. Además, favorece la reinserción social del adolescente, previene la reincidencia y evita su estigmatización. La mediación fomenta la comunicación, el empoderamiento de las partes y la construcción conjunta de acuerdos que promueven la convivencia y el respeto. Estos procesos permiten abordar los conflictos desde una perspectiva más humana, formativa y centrada en la reparación del daño".