Rosa Pesutic Vukasovic, Partido Comunista de Aysén ¿Porqué siempre son los consumidores, sobre todo los más carentes, los que pagan los "errores" de las grandes empresas? Decir "error" es un eufemismo, pero todos entendemos la ironía. Pasó con la colusión de los pollos, de las farmacias, del confort y ahora ocurrió con el cobro de servicios eléctricos. Una nueva forma de estafa que tiene responsables económicos, técnicos y políticos.
La empresa involucrada es la transmisora de energía Transelec, la que presentaba inconsistencias en el inventario financiero derivando en cargos adicionales a los usuarios, lo que se tradujo en el cobro indebido y abultado de las tarifas eléctricas por un monto de aproximadamente 135 millones de dólares. Este puede variar cuando termine la auditoría externa exigida para dar claridad sobre lo que se devolverá a los consumidores.
Esta empresa cobró millones de dólares extras y si no se hubiera "destapado" la olla la situación podría haber seguido por mucho tiempo. Evidentemente aquí hay un claro culpable.
Pero, ¿qué pasa con los organismos técnicos encargados de fiscalizar y/o verificar los datos que entregan las empresas de tal trascendencia, como las eléctricas? La Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), tiene, entre otras funciones, vigilar los precios de los servicios. Obviamente no estuvo a la altura de lo esperado. Debió ser acuciosa en su trabajo, porque afecta el bolsillo de los chilenos, sobre todo de aquellos que viven con recursos muy limitados y deben realizar ajustes en su presupuesto para responder a demandas como el pago de los servicios básicos. Además, los consumidores son clientes cautivos, no hay posibilidades de elección de empresas transmisoras de energía. En la práctica no hay libre competencia.
El tercer involucrado en esta "irregularidad" son las autoridades del sector eléctrico, quienes hace un año estaban en conocimiento de los hechos y no actuaron con la celeridad y eficiencia que se espera del cargo que ostentan.
Desde el Ministerio de Energía se informa que habrá una compensación a los usuarios víctimas y la devolución se hará a través de reducción en futuras boletas de electricidad. Como también se reveló el "error metodológico" que afectaba el cálculo del Precio Nudo Promedio (PNP) aplicado desde el año 2017, se configura un escenario negativo para los usuarios y que enloda a las empresas. Nuevamente. Ese error metodológico será corregido y a contar de enero de 2026 se proyecta una rebaja en las cuentas de luz a nivel nacional, la que en promedio será del 2%.
Todo se endereza, se corrige. ¿O no? Porque la historia se repite y nadie asegura que no vuelva a ocurrir. Empresas privadas, falta de control, mucho dinero en juego, que se le esquilma a los "de a pie". Dinero que nunca chorrea desde arriba a los consumidores.
Un cambio en las relaciones de poder es absolutamente necesario.




















