Proyecto impulsado por INIA busca valorizar residuos ovinos para fortalecer la horticultura en Aysén


Una innovadora propuesta que busca dar valor a la lana de descarte y el estiércol ovino está siendo impulsada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), a través del proyecto "Valorización de residuos ovinos para desarrollar una enmienda agrícola en Aysén", financiado por el Gobierno Regional de Aysén mediante el Fondo Regional para la Productividad y el Desarrollo (FRPD), con recursos del Royalty Minero.
La iniciativa, liderada por el investigador de INIA Tamel Aike, Rodrigo Neculman, busca transformar residuos ovinos en una enmienda tipo biocarbón (biochar), obtenida mediante pirólisis, un proceso de descomposición térmica de biomasa a altas temperaturas y en ausencia de oxígeno. Este material podría mejorar la calidad y estructura de los suelos agrícolas, favoreciendo la productividad y sostenibilidad de la horticultura en la región.
Biochar obtenido por pirólisis, material poroso y de alta estabilidad,
destinado a mejorar las propiedades físicas y químicas del suelo.
Crédito foto: Rodrigo Neculman / INIA
"La pirólisis nos permite transformar lana de descarte y estiércol ovino en un biocarbón con potencial de mejorar la calidad y estructura de los suelos. Con este proyecto buscamos validar su efectividad como herramienta concreta para fortalecer la horticultura regional. Nuestro objetivo es que la ciencia aplicada llegue directamente a las y los productores, entregando soluciones prácticas y sostenibles para los desafíos del agro en Aysén", sostuvo Rodrigo Neculman, investigador de INIA Tamel Aike.
La propuesta considera un convenio de investigación y desarrollo con la Universidad de Tarapacá, para la fabricación de un reactor de pirólisis que permitirá procesar biomasa animal (y eventualmente vegetal) bajo condiciones controladas, transformándola en un insumo de alto valor para los suelos.
Reactor de pirólisis desarrollado por la Universidad de Tarapacá (UTA),
similar al que se utilizará en el proyecto. Crédito foto: UTA
El gobernador regional de Aysén, Marcelo Santana Vargas, destacó la iniciativa como una contribución a la productividad en la Región de Aysén: "Es importante apoyar a los ayseninos que se dedican a trabajar la tierra, porque este sector es una fuente importante de empleo y, sin duda, puede contribuir a reactivar económicamente a la región, además de ayudar a rescatar nuestras tradiciones y parte de nuestra cultura como patagones. En este contexto, es que también estamos impulsando el Plan Aysén Campo Vivo, en cuya formulación estamos involucrando tanto a los actores privados como públicos".
Durante sus 24 meses de ejecución, el proyecto desarrollará acciones de recolección de materias primas, producción y caracterización de la enmienda, análisis de laboratorio y validación en terreno de su impacto en suelos y cultivos, mediante unidades piloto hortícolas establecidos en predios de mujeres productoras de la Región de Aysén.
"Este proyecto busca dar respuesta a uno de los principales desafíos identificados por el Ministerio de Agricultura en Aysén: la reutilización de la lana de descarte. Desde INIA, enfocaremos nuestros esfuerzos en el desarrollo y validación de un paquete tecnológico que ofrezca soluciones concretas y aplicables, contribuyendo al fortalecimiento de rubros estratégicos para la región como la horticultura y ganadería ovina", destacó Camila Reyes Santolalla, directora de INIA Tamel Aike.
Lana de descarte y estiércol ovino, materias primas para la elaboración
de la enmienda agrícola tipo biocarbón del proyecto (imagen referencial).
Crédito foto: Rodrigo Neculman / INIA
La iniciativa también contempla un programa de transferencia tecnológica, con talleres, días de campo y publicaciones técnicas, priorizando la participación de pequeños y medianos productores, en su mayoría mujeres rurales, quienes son actores clave en la producción local de alimentos.
El proyecto se enmarca en la línea de financiamiento del Fondo Regional para la Productividad y el Desarrollo (FRPD), creado bajo la Ley N° 21.591 sobre Royalty Minero, cuyo objetivo es apoyar iniciativas que promuevan actividades productivas, impulsen el desarrollo regional y fortalezcan la investigación científica y tecnológica. Estos recursos, gestionados por el Gobierno Regional de Aysén, se orientan a proyectos alineados con las prioridades estratégicas de la región, como el fortalecimiento de la horticultura y la innovación agrícola.