Es tiempo de hacer cuentas. Lo hizo recientemente el presidente Gabriel Boric con su Cuenta Pública Presidencial el pasado 1 de junio y algunos días antes, el 29 de mayo fue nuestro turno en el Gobierno Regional de Aysén. Me ha tocado el honor y el privilegio de encabezar la institución política más importante de nuestra región, liderando un equipo y un esfuerzo colectivo en el que hemos hecho todo lo posible por estar a la altura del desafío.
Este ejercicio de hacer cuentas, nos hace pensar en todo lo que hemos hecho, en los aciertos y desaciertos, pero también en las motivaciones que nos llevaron a proponer el modelo de administración que hemos ejecutado en los últimos tres años. Hay que recordar que esto lo hicimos como la primera administración regional democráticamente electa en la historia de Aysén, en medio de la implementación de una profunda reforma de descentralización que no ha estado exenta de dificultades.
Estos grandes cambios los enfrentamos decididamente con dos conceptos que adoptamos como bases programáticas: el desarrollo humano y la autonomía territorial. Hemos mantenido ese espíritu y a sabiendas que debemos proyectar ese ímpetu hacia el futuro señalamos con orgullo en nuestra Cuenta Pública, que hoy los municipios tienen mayores recursos y mejores capacidades para enfrentar sus desafíos y por ende, la ciudadanía está recibiendo respuestas a sus demandas de manera más rápida.
A fines de mayo de este año, el Gobierno Regional tenía en ejecución 367 iniciativas (sin contar las 484 actividades financiadas por el 8% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional FNDR). Durante el 2023 el GORE Aysén invirtió más de 61 mil millones de pesos en la Región, casi 10 mil millones más que el año anterior, y más que en los 31 años de historia de esta institución.
Políticas, proyectos, programas, adquisiciones, construcciones, conservaciones y reposiciones. En su mayoría han sido evaluadas, priorizadas o pensadas desde este equipo de trabajo. Lo hicimos por ejemplo pensando en dotar a los municipios de la maquinaria necesaria para enfrentar los distintos desafíos que plantean los caminos y rutas de la región, el equipamiento para atender emergencias en los rincones más recónditos de la región, con financiamiento para emprendedores en la ciudad, pero también en el maritorio y en el campo, considerando transferencias no sólo de recursos, sino también de habilidades, conocimientos y fomentando la asociatividad y el cooperativismo. Autonomía y desarrollo.
Por eso nos importa tanto el avance del Plan de Desarrollo de Zonas Extremas (PDZE). Por estos días estamos presentando el informe del proceso de Participación Ciudadana del plan, el que venimos realizando desde enero y donde han participado más de 1200 vecinos y vecinas de las 10 comunas de la región y de 7 localidades, además de los que llegaron a los encuentros realizados con el sector privado, niños, niñas, adolescentes y adultos mayores.
De estos encuentros recogimos las muchas necesidades de nuestras comunidades. Necesidades básicas como el acceso al agua potable, instalación de alcantarillados, consolidación de caminos, electricidad para todos y todas, entre otras cosas.
Sin embargo, la invitación que hoy reiteramos es a pensar en el futuro. A pensar en mañana con una visión vanguardista, asegurando infraestructura pública que nos permita avanzar en derechos sociales, consolidar la conectividad; comenzar a indagar en otras fuentes energéticas que nos permitan diversificar nuestra matriz, avanzar en innovación y ciencia, facilitar el acceso al deporte y la cultura, entre otras materias.
Los invitamos a todos y todas a seguir participando activamente de la construcción de el PDZE, que pronto comienza el proceso de diseño de la cartera de proyecto con la que queremos construir ese futuro de un Aysén moderno, justo y equitativo. Un futuro pensado desde el territorio. Desarrollo y autonomía, finalmente.