Mientras se desarrolla la investigación en torno a la muerte de un hombre de 78 años al interior de su domicilio en Puerto Aysén, a manos de un arrendatario de 54 años, han surgido nuevos antecedentes sobre la mala relación que existía entre la víctima y Luis Leiva, el único imputado por el crimen.

Cabe recordar que durante la audiencia formalización de Leiva, imputado por los delitos de homicidio simple, ultraje de cadáver e inhumación ilegal, se entregaron detalles acerca del comportamiento de quien ese momento era el principal sospechoso por la desaparición del adulto mayor.

Sin duda, este ha sido un caso por sus características, nunca antes visto en Puerto Aysén, de una bestialidad jamás descrita, con un actuar sin medir consecuencias, un desapego a la vida humana, alimentado por un afán de apropiarse de los ajeno, obtener dinero fácil, sin importar de qué forma. Todo precedido por un amplio prontuario policial del imputado.

Sin embargo, El Divisadero ha conocido algunos antecedentes que demuestran las alertas que estaba entregando la víctima, previo a su desaparición, a través de mensajes que el hombre de 78 años intercambió con sus colegas dueños de taxis colectivos y tras su experiencia de haber tenido como chofer a Luis Leiva (imputado).

Uno de los mensajes enviado por WhatsApp el día 30 de agosto, dice: "Protegiendo los intereses de los colegas de nuestro sindicato digo: si alguien necesita un chofer tengan mucho cuidado en contratar al sr. Luis Leiva".

En un segundo texto enviado al grupo de taxistas, la víctima afirma que en este gremio ha podido conocer mucha gente linda, que se habían convertido como en su familia, señala: "Es como un deber moral, ya que he conocido mucha gente linda allí, no quiero que pasen malos momentos".

Estos antecedentes se suman a los expuestos en la audiencia pública de formalización al imputado, en la que varios testigos cercanos a la víctima coincidían en que la relación entre ambos no era buena, principalmente por los abusos cometidos por Leiva, quien no estaba pagando el arriendo donde vivía, tampoco pagaba las cuotas correspondientes al trabajo del colectivo de la víctima y mantenía un trato agresivo hacia quien le había ayudado dándole trabajo y un hogar.

Luis Leiva se encuentra bajo la medida cautelar de prisión preventiva, por ser considerado un peligro para la seguridad de la sociedad. Esto mientras se desarrolla la investigación, fijada por el tribunal en un plazo de 120 días.

Luis Leiva, imputado en el caso