Editorial, Redacción Este domingo es jornada de elecciones. Y por cierto que hay varias interrogantes en torno a lo que ocurrirá con los resultados, ya que de ellos dependerá en muchos aspectos, principalmente políticos, lo que acontecerá en el país a partir del próximo 11 de marzo de 2026.
Estas elecciones presidenciales y parlamentarias, son determinantes para constatar el sentir popular, y determinar el sello político del futuro Gobierno y la confirmación del Congreso.de acuerdo a lo que decida la ciudadanía.
El 2026 será un año político aún incierto, pero que ciertamente marcará o al menos delineará el futuro de Chile en ámbitos relevantes como el económico, laboral y en lo productivo. Y para Aysén, el desafío de instalar temáticas territoriales con fuerza y decisión para poder salir de nuestra condición de rezago.
Y es que entre las lecciones positivas que dejan las dificultades que vive cualquier país en el ámbito político, económico y laboral, está la oportunidad de sentar las bases para generar un auténtico proceso de participación, de unidad, de diálogo, de fortalecimiento democrático y así abordar de manera colectiva y transparente aquellos temas prioritarios para la comunidad.
Las organizaciones sociales han señalado sostenidamente que siempre existe la necesidad de dialogar con las autoridades de turno, de escuchar y considerar sus propuestas, poner atención a la ciudadanía y a sus representantes, porque ningún Gobierno puede pretender resolver los problemas locales sin considerar a la gente.
No queda nada para poder expresarse en las urnas y definir con mucha sabiduría y responsabilidad, qué queremos para nuestra Patria y cómo nos hacemos parte de las soluciones para alcanzar las metas colectivas que demanda Aysén


















