A dos meses de las elecciones: La campaña y los anhelos de la gente

Faltan exactamente dos meses para las elecciones y poco a poco comienzan a notarse ciertas tendencias e ímpetus de parte de los candidatos/as, hombres y mujeres que anhelan obtener un cargo de representación popular, apelando por cierto a la generosidad de la ciudadanía (electores/as), traducida en votos.
Algunos con larga trayectoria y la convicción de querer seguir en la "cosa política", y otros tantos más novatos que recién incursionan en este mundo, pero llenos de convicciones y, nos imaginamos, también de sueños. Pero apelando al realismo y a la a veces impredecible conducta electoral de los aiseninos/as, todo puede pasar y ciertamente que no hay nada resuelto.
En la lucha por los cinco cupos al Parlamento hay mucha competencia, la que ciertamente se torna más fuerte dos comunas más grandes de la región, Aysén y Coyhaique y dionde se concentrarán las campañas de los distintos sectores políticos en competencia.
La campaña política está desatada y el próximo 16 de noviembre será el momento de acudir a las urnas y decidir democráticamente la opción que a cada uno más le guste, o bien anular o votar en blanco.
Y en este ambiente, insistimos, se extrañan nuevas ideas, y muchos candidatos priorizan el slogan, el entusiasmo y bastante la demagogia, por sobre el realismo político, un aspecto fundamental para seducir a los electores/as. Incluso hay candidatos que ni siquiera tienen claro las funciones o facultades del cargo al cual postulan, pero empeño no les falta, lo que más allá de la anécdota, deja en evidencia que a la política le hace falta más calle y menos redes sociales, más empatía social y menos aparecer por aparecer.
De todos modos, cada elector debe informarse y su responsabilidad averiguar aspectos fundamentales de cada candidato, porque hay algunos que ni siquiera mencionan a qué partido político representan, lo que lejos de transformarlos en independientes, da cuenta del temor que tienen a revelar o reconocer una arista tan importante de la actividad política.
Por lo mismo, no es un capricho que la gente quiera certezas, transparencia y fundamentalmente, a los futuros parlamentarios haciéndose cargo de las demandas ciudadanas más urgentes, quiere seguridad y estabilidad, y representantes comprometidos, que sean del territorio, con discursos coherentes y que se hagan cargo con acciones y no solo desde lo discursivo, de disipar la tremenda desconfianza que existe respeto a la política.