Crecimiento y Desarrollo Regional: Desafíos impostergables

La reciente realización del Aysén Day en Santiago, organizado por el Gobierno Regional, es sin duda un hito que debería marcar un sello en cuanto a la forma de abordar el desafío de promover la región y atraer nuevas inversiones al territorio.
Estamos nuevamente poniendo en el epicentro del debate el desarrollo regional y las repercusiones que ello tiene para la calidad de vida de las personas. Más desarrollo es una máxima que todos los gobiernos acuñan y priorizan, porque la gente quiere arraigarse, avanzar y optar a mejores condiciones de vida. Se trata sin duda de un tema de la máxima prioridad y que hemos venido abordando en todos los gobiernos, tanto en nuestras editoriales como en numerosas crónicas y reportajes donde los testimonios de distintos entrevistados, dan cuenta de la realidad de generar progreso a un ritmo sostenido para sacar a Aysén se su rezago y comenzar a transitar por mejores caminos en el ámbito económico y productivo.
Y es que hablar de desarrollo regional no debe tener sesgo político, por cierto, porque en esta zona del país existen aún muchísimas necesidades insatisfechas, que siguen siendo reivindicaciones o demandas que ninguna de las últimas seis administraciones ha podido atender de la manera que la ciudadanía anhela.
Aysén enfrenta problemas estructurales serios en el ámbito económico y laboral. Falta mano de obra calificada, las empresas constructoras y salmoneras siguen trayendo gente desde otras regiones y la realidad no ha cambiado mucho en la última década. Se advierte muy escasa inversión privada en áreas claves como el turismo, comercio, ámbito inmobiliario, retail. De ahí la necesidad de mostrar las oportunidades que la región odre para invertir, en sectores emerentes como logística, servicios, industrias creativas, destilados y cervezas, fruticultura, viñedos, producción de flores premium. No podemos olvidar que los grandes anhelos del país y sus regiones se van cumpliendo en la medida que los ciudadanos y el gobierno de turno, asumen una convicción en torno a esas metas, las que por cierto se sustentan en demandas de larga data y que se relacionan con la legítima aspiración que tienen las personas por progresar y mejorar sus condiciones de vida.
En Aysén esa máxima parece ser aún más intensa, ya que somos una zona extrema que ha debido sortear muchísimas dificultades para poder lograr desarrollarse, y cona fuerte dependencia de la inversión estatal.
La ciudadanía plantea a diario que quiere crecer, desarrollarse y proyectarse, y ese mismo anhelo se transforma en un objetivo región, se requiere medidas y políticas acertadas para lograrlo, no solamente excusas ni permanentes justificaciones.