El miércoles pasado realizamos una exploración -fiscalización ciudadana que ya teníamos en carpeta hace como un año. Se trata de un viaje a Exploradores, para de ahí ir a fotografiar las salmoneras de Cooke Aquaculture, Huillines 2 y 3 ubicadas en la franja marítima del Parque Nacional y Reserva de la Biósfera Laguna San Rafael.
De paso, aprovechamos conocer los alrededores de este enclave salmonero del estuario de Cupquelán. Un viaje interesante en zodiac y guiados por un conocedor, Daniel Torres, que venía volviendo de una recogida comunitaria de basura plástica en el corazón del parque, la Laguna San Rafael. ¡Hasta allá llegan los efectos visibles de las salmoneras ubicadas a más de treinta kilómetros de distancia!
El viaje desde Tranquilo a Exploradores ya transcurre en una maravilla de paisaje y bajar el rio verde, con bordes selváticos y altas montañas, es una aventura que amerita no solo pasar por ahí. Ya en la bahía, apreciamos a la distancia los resoplidos de una ballena y vimos aletas de delfines. También hay una balsa salmonera sin operar. A la vuelta de la Punta Entrada hay otra. Ya en el mar de la boca del Cupquelán, vamos hacia nuestro objetivo y nos encontramos con boyas marcando la concesión de Huillines 2 y en la costa cadenas de amarre. Algo más al oeste, nos encontramos con restos abandonados del centro Huillines 3, boyas y tramos de pasadizos metálicos y el módulo de ensilaje de mortalidad.
Por ahí en las cercanías estuvieron los centros Exploradores o Huillines 1 y Huillines 4 relocalizados el año pasado hacia el interior del estuario o fiordo que es zona turística en la Zonificación del Borde Costero (y no permite relocalizar ahí) y de amortiguación de la Reserva de la Biósfera (que permite solo actividades sustentables, lo cual no incluye la salmonicultura). Tras pasar cerca de una lobera y la caleta Huillines (donde hace tiempo estuvo una salmonera) desembarcamos a las playas a constatar cadenas de amarre y la infaltable presencia de basuras y microplásticos (hay que reconocer que hay un esfuerzo en recoger lo más importante), todo esto en el parque nacional. De ahí, cruzamos hacia el norte de la Punta Garrao, al vestigio de unos corrales de pesca chonos. En esa navegación, miramos hacia atrás hacia el lugar donde inexplicablemente se tramita una concesión, hoy relocalización ¡también dentro del parque! Luego, proseguimos hacia el interior del hermoso fiordo que remata visualmente en la cadena de montañas nevadas del Volcán Hudson, donde apreciamos varias grandes salmoneras operando y pontones de aquellas desarmadas de Huillines y su vecindario. En este enclave de Cooke Aquaculture hasta hay un centro poblado o campamento con al menos diez edificaciones, harta infraestructura y bandera chilena y canadiense. También es notable la existencia de infraestructura de comunicaciones con energía solar que se quisiera más de algún poblado regional. A la vuelta, pasamos cerca de más centros salmoneros y uno desarmado con boyas desparramadas. Este y otros en esas condiciones y sin señalización son un peligro a la navegación nocturna.
Ahora, respecto a la "desaparición" de los centros Huillines 2 y 3, creemos se debe a que les toco su periodo de descanso o tal vez sea un gesto ante el acuerdo con el gobierno en salirse con relocalización desde el parque nacional. Vale recordar que esos centros y aquel de Punta Garrao (también desarmado) tienen procedimiento sancionatorio a causa de varias infracciones por parte de la Superintendencia del Medio Ambiente. En cuanto al módulo de ensilaje abandonado con sustancias tóxicas peligrosas (tanto el silo, como el ácido que se usa en ese procedimiento tiene plan de contingencia, nos parece una tremenda irresponsabilidad. De hecho, su autorización con Resolución de Calificación Ambiental 640/2012 dentro del parque, ya nos parecía altamente cuestionable o ilegal. El preservante y acidificante que hay allí está autorizado por la Directemar para uso dulceacuícola (sin embargo, está en mar) y su descarga al ambiente está prohibida.