Francisco Mardones Pino, Periodista
Revuelo han causado las imágenes de una lancha de turistas derramando una estela negra en las aguas de la Laguna San Rafael, frente al mítico glaciar, destino soñado por cientos de visitantes que semana a semana llegan hasta la región a disfrutar de esta maravilla.
Se trata de la lancha Don Gastón, matrícula PMO-7255, operada por la empresa Excursiones Exploradores, cuyo centro de operaciones está ubicado en Puerto Río Tranquilo y que, según la página web serviciosturisticos.sernatur.cl, mantiene un "registro no vigente". Esto indica que cada servicio registrado debe mantener actualizada la documentación que fue aprobada en el proceso de registro. De acuerdo a lo establecido en el decreto Nº 19 de 2018, el cual establece los requisitos para el registro de cada tipo de servicio, la documentación puede corresponder a la patente comercial temporal o definitiva, certificado de primeros auxilios, certificados de exención, permiso de autoridad competente u otra.
Según el mismo sitio y también tiene un sello rojo indicativo de que "no cumple inspección". Dicha observación, indica el sitio oficial de Sernatur, indica el resultado del proceso de inspección obligatorio para los servicios de alojamiento y turismo aventura. Su objetivo es determinar el cumplimiento de lo establecido en la ley de turismo y su reglamento (Decreto N° 19 del 12 de abril de 2018 del ministerio de Economía, Fomento y Turismo).
Versión de la empresa
Cabe señalar que el guía turístico Robinson Soto, de la empresa Excursiones Exploradores, tomó contacto con El Divisadero para exponer su versión de los hechos asegurando que la estela negra que se ve en los videos y fotos que acompañan esta nota "no es petróleo ni aceite".
Consultado por qué es lo que se ve en la imagen, el operador asegura que "es hollín" y reitera que "no es combustible ni aceite". En otras palabras, es combustible quemado o a medio combustionar, tan contaminante e, incluso, con eventual presencia de metales pesados.
Soto asegura que les "afectó la falla, en ese momento se inicia el protocolo de revisión en bahía, se da aviso al armador. Ahí paso 15 a 20 minutos máximo y se avisa a los pasajeros que no seguiremos en la laguna, pero solo afecta el ralentí. Al avisar y notificar se procede a salir de la laguna".
Según el operador, "el protocolo de emisiones se realizó y siempre fue notificado y avisado a los pasajeros".
Consultado sobre si la empresa cuenta con todas las autorizaciones y papeles al día, Robinson Soto no volvió a contestar los mensajes.
Versión de los turistas
Sin embargo, al conversar con algunos turistas afectados por el desperfecto en la nave, la historia es un poco más larga.
Uno de esos 17 pasajeros accedió a conversar con El Divisadero, bajo reserva de identidad. Él viajó con su familia desde otra región del país para cumplir un anhelado sueño: conocer la Laguna San Rafael. La experiencia, lamenta, fue una de las peores que ha tenido.
El pasajero asegura que "como a los 10 minutos de iniciada la embarcación, inmediatamente notamos algo raro porque había un olor extraño, un olor como algo quemado, combustible, aceite. Bueno, experto no soy, pero era un olor algo quemado. Inmediatamente el guía de la embarcación, que también hacía las labores de reparaciones del motor y todo lo demás, le solicitó a los dos turistas que iban adelante al lado del capitán, que le diera permiso porque tenía que ingresar a la parte delantera de la embarcación para abrir una escotilla, porque él ya se había dado cuenta que había algo raro. Después comenzó a abrir la escotilla en la parte de atrás de la embarcación como para generar un flujo de aire, porque nosotros ya estábamos sintiendo un olor extraño. De hecho se lo comentábamos y él dijo que estaba todo bien, que habían hecho reparaciones previas al motor de la lancha, pero que no nos preocupáramos, que estaba todo normal".
El trayecto desde Puerto Grosse hasta la Laguna San Rafael, frente al glaciar, les tomó unas tres horas.
"Ahí recién nosotros nos percatamos realmente que había una tremenda mancha notable en el agua. Una mancha que estaba distribuida básicamente por todo el lugar por donde anduvo o trató de pasar la embarcación. En ese momento, claro, salimos hacia la cubierta para la típica foto que se hace y ahí nos dimos cuenta que salía efectivamente de la embarcación. Era notable la mancha, habían pedazos de hielo que tenían manchas notables. El mal olor seguía. En un momento dado se nos pidió que ingresáramos todos de vuelta a la cabina porque tenían que abrir la escotilla trasera para revisar nuevamente el motor. Estuvimos detenidos 20 minutos ahí en la laguna para ver si podíamos volver eventualmente al lugar de inicio".
Según el relato de este turista, "el olor era muy tóxico, generó náuseas. Más tarde, cuando llegamos, sufrimos vómitos, sentíamos dolor de cabeza, los ojos sumamente rojos porque estuvimos con ese olor constante. Aproximadamente, unas siete horas expuestos a ese olor".
Cabe señalar que entre los 17 pasajeros que estaban a bordo de la lancha Don Gastón, había una niña de unos 3 años de edad y algunos adultos mayores, a quienes no se les entregó tampoco una respuesta satisfactoria por este mal rato.
"Al comienzo (nos dijo) que estaba todo normal, que no iba a pasar nada, que con los ajustes que les estaban haciendo en ese momento al motor se iba a solucionar el tema. Pero cuando cambió el discurso fue cuando llegamos a la laguna frente al glaciar. Él, intentando sacar los hielos para la típica copa de whisky con hielo, se cayó, se cayó al mar y acto seguido se acercó otra embarcación, porque él pidió hielo, como él no pudo sacarlo, pidió hielo, trajeron hielo de otra embarcación y ahí fue como la gota que rebalsó el vaso, literalmente. Te voy a decir lo que la chica, la guía de la otra embarcación le dijo. Le dijo que estaban en condiciones imprudentes, que no tenía por qué haber salido en esas condiciones y le preguntó, disculpa la palabra, le preguntó ¿Sabes la cagada que te están mandando? Y ahí recién el guía como que cambió el discurso con nosotros y nos dijo estamos teniendo un problema, vamos a evaluar cuánto rato podemos estar acá para que se saque la foto que alcancen".
Un paseo entre los témpanos de la laguna que debía durar aproximadamente una hora, solamente duró 20 minutos, porque en ese momento se retiraron hacia la bahía, como mencionó antes el operador Robinson Soto.
Denuncias
Esta familia lamenta haber vivido una mala experiencia que comenzó horas antes y terminó horas después con el ida y vuelta por la ruta hacia Bahía Exploradores, debido a que el conductor de la van siempre manejó a exceso de velocidad por un camino en malas condiciones.
Consultado por eventuales explicaciones de la empresa hacia los turistas, este pasajero nos comenta que contrató el tour a través de una agencia online Viajero Austral que básicamente "se lavaron las manos porque dijeron que ellos no eran los que hacían el tour, sino que ellos subcontratan otra empresa que se llama Excursiones Exploradores. Ellos fueron los que nos llevaron a la laguna. Aún así, en Viajero Austral nos ofrecieron una compensación de 15 mil pesos persona. Nosotros obviamente le dijimos que íbamos a tomar las acciones pertinentes, que es la denuncia al Sernac, Sernatur también, y a la Capitanía de Puerto por todo lo sucedido. Y también hoy día (martes) en la mañana traté de comunicarme con Excursiones Exploradores, los de la embarcación del humo, los involucrados y la única respuesta que me dieron fue un tremendo texto, básicamente como hecho con inteligencia artificial, donde decía 'las más sinceras disculpas, pero hicimos todo lo posible'. Básicamente te lo puedo resumir así, sin ningún tipo de compensación, sin ningún ofrecimiento de absolutamente nada, es decir, según ellos el servicio fue cumplido a cabalidad".
Además de estas denuncias, la propia Capitanía de Puerto de la Armada realizó una denuncia ante el Ministerio Público y anunció que concurrirá hasta el lugar junto a personal de Conaf y de la Brigada Investigadores de Delitos contra el Medio Ambiente (Bidema) de la PDI para constatar el siniestro ambiental.
Por otro lado, Conaf emitió un comunicado de prensa en el que da cuenta de que "en los últimos días, registros difundidos en redes sociales mostraron el ingreso de motos de agua y otras embarcaciones menores a sectores del Parque Nacional Laguna San Rafael, actividades que no están permitidas dentro del área protegida, de acuerdo con su instrumento de gestión ambiental. Frente a ello, Conaf refuerza el llamado preventivo a la comunidad para recordar que el desarrollo de estas actividades no está autorizado. Esto, con el objetivo resguardar la integridad del ecosistema y evitar conductas que puedan poner en riesgo tanto a la fauna como a las personas".

















