Una campaña diferente

Desde la vuelta a la democracia en Chile hemos vivido ocho procesos de elección de Presidente de la República, cada uno de ellos con su singular despliegue de estrategia y táctica política con la finalidad de garantizar el éxito del candidato/a. Se estructuran equipos de apoyo y asesoramiento al candidato/a para diseñar un plan de acción a largo plazo y la planificación debe considerar la dinámica social, económica y política del contexto.
Luego viene la táctica, referida a las acciones y decisiones diarias para ejecutar la estrategia, ésta es flexible y se ajusta a los cambios que surgen durante la campaña. Se usan medios como la radio, la TV, los periódicos, la conversación directa como los "puerta a puerta", etc.
Este esquema no ha sufrido variaciones a lo largo de los años y se aplica tanto en Chile como en otros países que también viven procesos eleccionarios.
Pero ahora hay un nuevo componente: la guerra sucia, de odio, realizado desde plataformas digitales y redes sociales, invadiendo la privacidad (que ya no es tal) y atacando desde lugares invisibles. Para entender esta nueva forma de "comunicación" es necesario meterse en conceptos como Bots y Trolls (existen otros además).
Un Bot es una cuenta automatizada de redes sociales que no es administrada por una persona real, sino por un algoritmo, o sea, hace publicaciones sin intervención humana. Sus principales características son el anonimato, los altos niveles de actividad y la amplificación de determinados temas.
Un Troll, en cambio, es iniciado por una persona, quien lo hace intencionadamente para crear un conflicto online u ofender a otros usuarios y sembrar dudas y divisiones mediante declaraciones incendiarias, de odio.
En esta campaña presidencial se están usando para denostar a las candidatas Jeannette Jara de Unidad por Chile y Evelyn Matthei de Chile Vamos. ¿Porqué sólo a ellas? Respuesta simple:
Porque la campaña de odio viene desde el Partido Republicano, cuyo abanderado, José Antonio Kast, ve que sus posibilidades de éxito son pocas sino destruye a sus principales contrincantes con esta cruzada de mentiras y desprestigio.
Kast se retrata entero con estas acciones: se burla de la democracia, no cree en las instituciones públicas como el Parlamento, es misógino y unas cuantas lindeces más.
Pero, como existen estupendos periodistas de investigación, ya descubrieron quien estaba a cargo de estos ataques, nada menos que un miembro del directorio de Canal 13, el periodista Patricio Góngora, alias Patito Verde. Este personaje debe ser perseguido judicialmente y sancionado, escondido en el anonimato (ya descubierto) dañó a las candidatas y sus familias y pretendió confundir a la opinión pública. Pueden existir otros, lo que tienen en común, además de la suciedad, es su relación con los Republicanos.
Pero no nos confundiremos, de cara a la gente y recorriendo Chile en la Jaraneta, la candidata Jeannette Jara Román ha demostrado solidez en los planteamientos, propuestas que van a marcar la diferencia y real compromiso con la gente. En este bando no se ocupan bots ni trolls, se trabaja de cara a la gente y sin mentiras.