Editorial, Redacción Pasar del descontento y el pesimismo colectivo, a un mejor estado anímico, depende de muchos factores, y acá en Aysén uno fundamental es el referido a la gestión, tanto del Ejecutivo a nivel local y el desempeño de las autoridades, y por cierto que también al del Gobierno Regional y su Consejo.
La comunidad quiere ver en acción nuevos liderazgos, y más acciones o medidas que evidencien que estamos avanzando, para así dejar atrás esta sensación tan incómoda y que tanto condiciona nuestras relaciones cotidianas. Porque para nadie es grato vivir en este ambiente de incertidumbre, donde día a día aparecen más problemas que soluciones. Por ejemplo, el alza en las tarifas eléctricas, una inversión pública que aún no logra llegar a los niveles de dinamismo que la ciudadanía tanto exige. Hoy vemos a consejeros regionales que llevan seis meses en sus funciones, pero no logran marcar diferencias respecto a la administración anterior, aun cuando varios de ellos fueron reelectos. Harta foto, harta puesta en escena para relevar temas mediáticos, pero no mucho más. Defensas corporativas, dependiendo su domicilio ideológico, pero resultados concretos que "muevan la aguja", no mucho. Y no queremos circunscribir este comentario a los recursos que se otorgan vía 8% del FNDR, porque ahí lo aplausos sobran, pero impacto en el desarrollo regional, no se advierte.
Y pasa y pasa el tiempo y los plazos se están transformando en una presión permanente y compleja para el Gobierno, Regional y Nacional, porque muchas de las cosas que se anunciaron en campaña, aún no muestran evidencias de comenzar a materializarse.
Hay muchas cosas pendientes que se han transformado en una permanente "piedra en el zapato" para el Ejecutivo y el Gobierno Regional y su Consejo, y constantemente la comunidad lo enrostra y lo exige.
La ciudadanía se pregunta legítimamente si es posible avanzar y comenzar a ser parte de un proceso de desarrollo que mejore sus condiciones de vida. Porque más allá de cualquier tendencia ideológica, la gente quiere progresar y ver que la colaboración público-privada genera esos resultados. Porque si al Gobierno le va bien, el bienestar se advierte, y se instala en la comunidad una gran certeza, y desde ella, queremos que nuestra región y sus habitantes sean los principales protagonistas de un proceso en el que nadie sobra.

















