Priorizar lo relevante para Aysén

Hay varias interrogantes aun dando vueltas en torno a la gestión del Ejecutivo, y en esta etapa final de su administración, hay algunos aspectos, que necesariamente ponen el foco en las elecciones presidenciales y parlamentarias, proceso determinante para constatar si habrá proyección política o un cambio sustancial en la conducción del país y la conformación del Poder Legislativo.
Lo que queda de este 2025 es trascendental, porque ciertamente marcará o al menos delineará el futuro de la actual administración, no solo desde el análisis ideológico, sino que también considerando fundamentalmente aspectos relacionados con su gestión y sello proyectable a futuro.
Porque le ha costado al Gobierno cumplir con las expectativas ciudadanas, las que por cierto son sumamente altas, y se ha tornado complejo generar procesos de participación ciudadana amplios y abiertos para poder darle un mayor protagonismo a la gente en aquellos temas más sensibles y prioritarios.
Por otra parte, entre las lecciones positivas que dejan las dificultades que vive cualquier país en el ámbito político, económico y laboral, está la oportunidad de sentar las bases para generar un auténtico proceso de participación, de unidad, de diálogo, de fortalecimiento democrático y así abordar de manera colectiva y transparente aquellos temas prioritarios para la comunidad.
En Aysén las organizaciones sociales han señalado sostenidamente que hoy más que nunca existe la necesidad de dialogar con las autoridades de turno, de escuchar y considerar sus propuestas, poner atención a la ciudadanía y a sus representantes, porque el Gobierno no puede pretender resolver esta adversa contingencia sin considerar a nadie. Se necesita recuperar la confianza y superar muchos prejuicios que hoy profundizan la distancia entre comunidad, gobernantes y parlamentarios, incluyendo también a otras instituciones fundamentales del Estado.
Lo importante es que siempre se pueden corregir errores, para enmendar el rumbo y para darle más protagonismo a la gente. Si eso se consigue, tendremos una comunidad más vigilante, más comprometida con los cambios que se deben generar para que el desarrollo del país transite por los senderos que la gente anhela.