Columnista, Colaborador Llega el fin de año y tengo la necesidad de hacer un recuento de lo que hemos hecho, sin embargo hoy resulta aún más potente, por lo que hoy hablaré sobre la profundidad del camino recorrido como Ministerio en estos últimos años.
Aysén aprendió algo esencial en estos últimos años: cuando el Estado asume su responsabilidad y actúa con convicción, la región avanza. Lo vimos en la recuperación de confianzas, en la capacidad de ordenar proyectos estratégicos, en la protección de ecosistemas y en la inversión histórica aprobada con criterios de justicia territorial. Nada de esto ocurrió por azar; ocurrió porque hubo una administración que entendió que el desarrollo no se construye desde la indiferencia, sino desde la decisión política de poner a la naturaleza y a las personas en el centro de nuestro futuro.
Ese camino hoy está en disputa. No todas las miradas valoran el rol de la institucionalidad ambiental ni comprenden que Aysén, por su fragilidad y belleza, necesita reglas claras, evidencia y coherencia. Hay quiénes vuelven a tratar lo ambiental como un trámite molesto, un freno o un tema secundario. Y otros que reconocen su valor estratégico como base del turismo, de la gestión de residuos, de la calidad del aire y de un modelo productivo moderno. La región ya vivió las consecuencias de minimizar lo ambiental: conflictos, desigualdad, improvisación y pérdida de oportunidades.
Por eso lo que está en juego no es solo quién liderará, sino qué proyecto de región queremos sostener. Aysén necesita continuidad en la convicción ambiental, no retrocesos ni debilitamiento de la institucionalidad ambiental. Necesita una política que siga fortaleciendo la institucionalidad, que mantenga el rigor logrado y que entienda que nuestra naturaleza no es un obstáculo, sino nuestro mayor patrimonio. Hoy la región necesita avanzar por la ruta que consolidó estos avances.
Estos cierres de año nos invitan a reflexionar, agradecer, y evaluar el camino recorrido, que esperamos todos quiénes creemos en el rol de la institucionalidad ambiental que debe seguir recorriendo a paso firme y seguro por el bienestar de nuestra querida región de Aysén .


















