Innovación y futuro: jóvenes protagonizan segunda edición de La Aventura del Salmón


Puerto Aysén.? Vincular la educación con la vida real de los sectores productivos más relevantes de Aysén fue el propósito central de las visitas pedagógicas que reunieron a estudiantes de gastronomía del Liceo Josefina Aguirre Montenegro con representantes de la industria salmonera y gastronómica regional.
La actividad se realizó en el marco del plan de visitas educativas que Mowi mantiene con establecimientos de la región. En esta ocasión, se articuló con el Programa de Difusión Tecnológica La Aventura del Salmón 2 de Corfo, y contó con la colaboración del Consejo del Salmón y del restaurante A Modo Mio de Puerto Aysén.
Las jornadas incluyeron un recorrido por la planta de procesamiento de Mowi y una práctica culinaria dirigida por el chef Rodrigo Castillo, propietario de A Modo Mio, donde los estudiantes siguieron la "ruta del salmón" desde el proceso productivo hasta su proyección gastronómica como atractivo turístico.
Rodrigo Castillo valoró la experiencia ya que "es una forma de inspirarlos, mostrarles la exigencia y creatividad del oficio, y motivarlos a que sueñen con proyectar la riqueza de Aysén al mundo a través de sus preparaciones".
En esa misma línea, Humberto Marín, director de Corfo Aysén, subrayó el rol institucional. "Nuestro rol fue articular y abrir oportunidades. Al acompañar a quienes estudian y conectar el mundo productivo con el educativo, avanzamos hacia un modelo de desarrollo territorial más inclusivo, sostenible y con identidad local". Por su parte, Álvaro Pérez, gerente de Sustentabilidad y Asuntos Públicos de Mowi Chile, señaló que "abrir las puertas de nuestra planta a los estudiantes y acompañarlos en esta experiencia nos permitió mostrarles de cerca cómo trabajamos y motivarlos a proyectar sus talentos en un sector que es parte de la identidad de Aysén".
La experiencia también destacó por su carácter inclusivo: un estudiante con hipoacusia participó con apoyo de un intérprete en lengua de señas, lo que garantizó su plena integración.
Testimonios
La mirada pedagógica estuvo presente en la profesora Soledad Martinez, docente de la especialidad de gastronomía del liceo Josefina Aguirre. "Para mis estudiantes y para mí, la oportunidad de conocer de cerca el ciclo productivo del salmón fue sumamente enriquecedora. Comprendimos cada etapa, valoramos la calidad de los ingredientes y fortalecimos nuestra conexión con la materia prima que llevamos a la mesa".
Los jóvenes también dieron su testimonio. Jimmy Fernández, de 3ro medio expresó que "fue una experiencia muy buena porque nos unió más como grupo, como compañeros y equipo". Su compañero, Franco Vargas relató: "Me sorprendió la tecnología y la coordinación del personal. Pensé que en nuestra región no habría tanto nivel de innovación, y fue entretenido ver cómo el salmón llega al mundo". Otra de las estudiantes, Gicell Godoy, indicó que la actividad fue integral porque "aprendí cómo procesan el salmón hasta que llega al consumo final. El trato en la planta y luego en el restaurante A Modo Mio fue muy lindo, y degustar un plato preparado para nosotros fue inolvidable". Finalmente, Catalina Gueicha destacó que se sorprendió con "el uso de maquinarias y cómo realizan todo el proceso. En el restaurante aprendimos nuevas formas de preparar y presentar el salmón, con acompañamientos distintos a los habituales, y eso me gustó mucho".
Rolf Traeger, representante del Consejo del Salmón, subrayó que el vínculo entre educación, empresa y gastronomía, "fortalece no solo la cadena productiva, sino también la identidad cultural y turística de la Patagonia". En tanto, Yaser Soleman, asesor estratégico del programa, recalcó que "estas visitas evidencian el talento y motivación de la juventud de Aysén. Al acercarlos tempranamente al sector productivo y gastronómico, se generan oportunidades reales para que sean protagonistas del futuro sostenible de la región".
De esta forma, La Aventura del Salmón no solo reafirmó el valor del sector acuícola como motor económico de Aysén, sino que también lo proyectó como un símbolo cultural e identitario. La articulación entre educación, gastronomía y turismo abrió un espacio de aprendizaje inclusivo y sostenible, donde las y los jóvenes de Coyhaique asumieron un rol protagónico en la construcción de un futuro que vincula pertenencia territorial con desarrollo productivo.